miércoles, 8 de agosto de 2007

Miguel Valdivieso

Miguel Valdivieso, por Lorenzo Goñi


Las primeras noticias literarias del poeta cartagenero y miembro de la «Generación del 27» Miguel Valdivieso (1896-1966) lo sitúan en la ciudad de Murcia, muy estrechamente relaccionado -allá por los años treinta- con el grupo fundador de la revista Verso y prosa. Allí pasó la Guerra Civil, tras cuyo final fue desterrado a la ciudad conquense de Tarancón y, más tarde, a la propia capital de Cuenca. Allá, sobreviviendo con el parco sueldo de un funcionario de correos, fundará con Amable Cuenca y Eduardo de la Rica la revista El Molino de Papel, cuyos quince años de existencia (desde 1950 hasta 1965) la convierten en una de las más longevas de la posguerra española. Y fue precisamente en Cuenca donde, gracias al poeta y editor Carlos de la Rica y a su pequeña y aún naciente colección El Toro de Barro, se editaron en 1968, dos años después de su muerte, sus Obras completas, con un sustancioso prólogo del que había sido su valedor espiritual, su amigo y su maestro, el gran poeta Jorgue Gillén. «Con su propio bagaje espiritual se asocia Valdivieso -desde su retiro- a la generación que, además, cronológicamente le correspondía. Entonces y después leyó Cántico. Y más tarde, Clamor. La compañía de aquel libro contribuye a establecer la propia personalidad, y aquella influencia fue asimilada y superada. Acorde a su época, buscó siempre la concisión sin extremar la elipsis. Si cultivó la imagen con agilidad, no fue nunca número de circo mitológico. Su interés apasionado por la realidad inmediata le pone en relación con los escritores de los tristes decenios. Y a su cabeza, el genial Miguel Hernández [...]. Es natural que Valdivieso hubiese pensado en pedir un prólogo al poeta Ángel Crespo, con tanto sentido de la tierra y las cosas».
Luis Jiménez Martos, que fue uno de los pocos críticos que de él se ocuparon, destacó en su obra la búsqueda «de la exactitud expresiva...el equilibrio entre la forma depurada y la realidad viviente", que se hizo bien patente en su particular y poco común acercamiento a las cosas pequeñas de la vida cotidiana, que nada tenía que ver con los tonos tremendistas o prosaicos de la poesía española de posguerra...


(El lector puede disfrutar aquí de una pequeña selección de su obra poética o informarse sobre sus Obras completas)


Algunos artículos sobre Miguel Valdivieso:

DÍEZ DE REVENGA, Francisco Javier, «La poesía de Miguel Valdivieso», en De don Juan Manuel a Jorge Guillén. Estudios relacionados con Murcia, Murcia, Academia Alfonso X El Sabio, 1982, vol. II, págs. 79-108.
GUILLÉN, Jorge, «Prólogo», en
Obra completa, págs. 9-25.
JIMÉNEZ MARTOS, Luis, «Valdivieso, Laffón, Oliver y algunos otros poetas de los años veinte», en La Estafeta Literaria, núms. 618-619, Madrid, 15 de agosto-1 de septiembre de 1977, págs. 16-19.
MARTINÓN, Miguel, «Miguel Valdivieso: Las voces del poeta», en Espejo del aire, Madrid. Verbum, 2000, págs. 100-106.
RICA, Carlos de la, «Miguel Valdivieso, la expresión de Cuenca», en Cuenca. Revista de la Diputación, núm. 11, Cuenca, 1977.

(Este bosquejo biográfico se ha obtenido de Wikipedia)


1 comentario:

Anónimo dijo...

la obra de Valdivieso ha sido glosada y estudiada por el máximo experto en poesía conquense y española Florencio Martínez Ruiz.